miércoles, 7 de junio de 2017

ADORACIÓN Y ALABANZA


Adoración y alabanza


La adoración y alabanza surgen del conocimiento de quién es Dios. La Biblia dice que es eterno e inmutable, santo y perfectísimo, fiel y misericordioso, omnisciente y sapientísimo, grande y poderoso, cercano y presente, infinito e insondable, autor de maravillas, omnipresente e inmenso. Exprésale tus sentimientos con esta hermosa oración del P. V. Fernández:

Te adoro, Señor, me postro, me entrego, porque sólo tú eres el grande, el infinito, el glorioso, Señor del universo y de la vida. Te alabo, Dios, el fuerte, el potente, el vigoroso, mi seguridad y mi defensa. En ti me siento firme, en ti mi corazón descansa y se afianza. Gloria a ti, que derramas en el mundo calor y hermosura, música y vida. Santo eres, puro y limpio, simple y sin engaños. Luminoso como el agua clara, como la nieve, como el manantial feliz y siempre nuevo. Bendito seas, Señor. Amén.

Ante este Ser, que es Rey y soberano de todo, lleno de gloria y majestad, misterioso e inefable, admirable y deslumbrante, incomprensible, espiritual e invisible, a nosotros sus criaturas nos corresponde adorarlo desde nuestra pequeñez, y elevarle cánticos de alabanza en su honor y gloria. Alabar y adorar a Dios es lo justo y correcto.


* Enviado por el P. Natalio

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